
1.- Reutilizar los juguetes: se merecen una segunda oportunidad
¿Seguro que los juguetes que tenemos abandonados en una caja en el fondo del armario no pueden tener una segunda vida?
Buscando un poco hemos encontrado algunas ideas que no están nada mal: hacer un frutero con piezas Lego, convertir un camión de juguete en una mona de Pascua, utilizar las piezas rotas para hacer una escultura o reutilizar los componentes de los juguetes para otros inventos caseros.
2.- Dar los juguetes que ya no usamos a niños a los que conocemos
Parece la solución más obvia, pero ¿cuántas veces se tira un juguete porque está ocupando espacio, en un arrebato de orden y limpieza, en lugar de dárselos a otros niños?
En primer lugar, pensemos en los niños que tenemos cerca: primos, hijos de amigas, compañeros de la guardería…
A partir de los tres años (aunque siempre dependerá del grado de madurez), podemos hacer partícipe al niño de la decisión, sobre todo con los juguetes que se le han quedado “pequeños”: si le explicamos que esos juguetes no deben estar en una caja, que otros niños podrán jugar con ellos y que él puede elegir a quién regala cada juguete, le estaremos empezando a enseñar a compartir, no acumular inútilmente y valorar lo que tenemos y a educar en el respeto al medio ambiente. Podemos ir juntos a ver a los amiguitos pequeños y que nuestro hijo les haga entrega del regalo.
Si no conocemos de manera tan directa a bebés a los que les puedan venir bien los juguetes del niño, siempre podemos preguntar en la guardería del niño si les pueden venir bien y, si no los necesitan, poner un anuncio en el tablón para que otras mamás puedan optar a quedarse con ellos.
3.- Donar los juguetes a una ONG
También aquí es importante implicar al niño en la donación de juguetes: seleccionad juntos los juegos que vais a dar a otros niños y preparadlos entre toda la familia.
Probablemente habrá que limpiarlos, hacerles algún arreglillo, empaquetarlos y llevarlos a algún lugar.
Hay muchas asociaciones y ONG que recogen juguetes, normalmente antes de Navidad. Si animamos al niño a colaborar con una campaña solidaria, es importante fijar el concepto de que no da lo que no le sirve, sino lo que puede dar. La idea es que asimile que está compartiendo, y que disfrute de ello.
Los juguetes educativos, bien conservados, no sexistas ni violentos y que no necesiten electricidad para funcionar son los mejor recibidos.
4.- Reciclar juguetes: mejor en un punto limpio
Muchos juguetes son aparatos tecnológicamente complejos, elaborados con plásticos de lenta degradación y contienenbaterías muy contaminantes que a menudo no reciclamos.
Entre los componentes de los juguetes electrónicos puede haber metales contaminantes como el cadmio el mercurio o el plomo, especialmente en pilas y baterías.
Por eso, si el juguete ya está realmente inservible, el primer paso es retirar las pilas y llevarlas a un punto de reciclaje.
Otros juguetes con componentes metálicos, como las bicicletas, los patines o los coches en miniatura, contienen elementos de acero, cobre o aluminio que pueden ser reutilizados. Por eso, lo ideal es depositarlos en los puntos limpiosque tienen habilitados los ayuntamientos para este tipo de residuos o llevarlos a una chatarrería.